Claves para liderar con éxito el 2025
La incertidumbre no es sólo un calvario, también es una poderosa palanca de transformación.
De la gestión DE la incertidumbre a la gestión EN la incertidumbre: un matiz que lo cambia todo
La historia está llena de momentos en los que la incertidumbre no solo ha sido un desafío, sino también un motor de cambio. Durante la Gran Depresión de los años 30, un periodo de crisis global, surgieron avances como el cine sonoro, el desarrollo masivo de infraestructuras y la popularización de los electrodomésticos. Más cerca de nuestra era, la pandemia de COVID-19 obligó a las organizaciones a reinventarse, acelerando la adopción del trabajo remoto y fomentando innovaciones en sectores como la biotecnología y la inteligencia artificial.
La gestión DE la incertidumbre busca reducir el impacto del caos. En cambio, la gestión EN la incertidumbre nos invita a navegar en él, aceptarlo como una constante y aprovecharlo como una oportunidad para el liderazgo transformador. Este matiz es crucial: quienes se atreven a liderar en lugar de simplemente reaccionar son los que abren camino hacia el futuro.
El talento que buscan las empresas de hoy ya no responde al perfil clásico. Existe una paradoja: aunque hay una abundancia de perfiles brillantes, muchos no se adaptan a los entornos actuales porque sus experiencias se enmarcan en modelos que ya no se repetirán.
Talento del pasado vs. talento del presente:
- Perfiles con una “experiencia clásica” que no han evolucionado.
- Falta de formación continua que frena el crecimiento individual y colectivo.
- Necesidad urgente de profesionales que confronten, cuestionen y se transformen.
El reto no es solo encontrar a los mejores, sino identificar a aquellos que pueden ser los mejores en este contexto específico. Un desafío monumental, pero no imposible.
Frente a este panorama, el liderazgo empresarial enfrenta tres pruebas clave:
- Atraer talento adaptado al momento.
Las compañías necesitan invertir a corto plazo en profesionales que generen resultados tangibles. Esto no es una contradicción con la visión a largo plazo; es una estrategia que asegura la sostenibilidad inmediata. - Fomentar la adaptabilidad y el aprendizaje continuo.
Según un estudio del Instituto de Investigación Económica de Alemania (IAB), los profesionales que participan regularmente en programas de formación y actualización son un 10% más productivos y tienen un 12% más de probabilidades de ascender en sus carreras que aquellos que no lo hacen. Este crecimiento no solo beneficia al individuo, sino que tiene un impacto directo en la capacidad de las empresas para innovar y adaptarse al cambio. - Promover un liderazgo consciente y flexible.
La humildad y la riqueza intelectual son la brújula de quienes lideran en tiempos inciertos. No se trata de tener todas las respuestas, sino de hacer las preguntas correctas.
Nosotros frente a la gestión EN la incertidumbre
En este contexto nosotros también debemos transformarnos. La clave está en la formación constante y en cultivar una curiosidad intelectual que nos permita comprender las dinámicas del talento emergente y las necesidades de nuestros clientes.
Nuestra fortaleza radica en la escucha activa, una práctica que nos coloca en contacto directo con realidades diversas. Aprendemos no solo de los sectores más innovadores, sino también de perfiles especializados que nos ofrecen una perspectiva única. Según un informe de McKinsey, las empresas que priorizan la conexión con diferentes fuentes de información tienen un 20% más de probabilidades de adaptarse con éxito a cambios disruptivos, y este principio lo vivimos cada día.
No trabajamos desde el aislamiento, sino desde el privilegio de cotejar la información que nos llega de clientes y candidatos. Esto nos da una comprensión amplia y profunda, no basada en tendencias genéricas, sino en lo que sucede aquí y ahora. Con cada interacción, ampliamos nuestra capacidad para identificar qué estrategias tienen impacto a corto plazo y cuáles aportan valor duradero.
No se trata de ser más listos, sino de estar siempre aprendiendo, escuchando y adaptándonos. Este enfoque nos permite ofrecer un acompañamiento realista, basado en la riqueza intelectual que construimos a partir de nuestra experiencia diaria en un mundo en constante transformación.
Gracias a esta filosofía, hemos logrado crecer más del 30% en volumen de negocio, un indicador claro de que este enfoque genera valor tangible para nuestros clientes.
El héroe no es solo el individuo brillante que lidera desde la cima, sino la organización que apuesta por evolucionar colectivamente.
Aquellas empresas que comprendan la importancia de alinearse con el talento del presente lograrán navegar la incertidumbre con éxito. Como aliados estratégicos, estamos aquí para acompañarlas en este viaje. No hay un mapa perfecto, pero juntos podemos escribirlo mientras avanzamos.